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MEMORIAS UTENIANAS
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Memorias del Ing. Bernardo Barg

Graduado de la Primera Colación de Grado de la UTN
Desde el Área de Cultura y Comunicación entrevistamos a Bernardo Barg, Ingeniero en Construcciones Mecánicas que recibió su título en la Primera Colación de Grado de la Universidad Tecnológica Nacional, realizada en Facultad Regional Buenos Aires en 1960.
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El ingreso a las aulas

El Ing. Barg nació en 1932 en el barrio de Floresta. Actualmente reside en la ciudad de Mar del Plata. Egresado en sus estudios medios como técnico mecánico, fue el primer miembro de su núcleo familiar que se formó como profesional.
 
El ingreso de Bernardo a la Universidad fue en marzo de 1955. Aún recuerda con claridad las palabras de su jefe cuándo le comentó la intención de anotarse a cursar ingeniería: -"¡No! ¡Qué va hacer Ud., va a perder el tiempo! ¡Ud. no precisa ir! Ud. necesita un poco más de matemática y nada más! " Esa era la palabra del director de la obra que era ingeniero. Yo pensé que no, que tenía que hacerlo. Bueno, así fue como ingresé en la universidad-.
 
Bernardo también tuvo que sortear el prejuicio del cual él era consciente: a los graduados de la Universidad Obrera se los catalogada de "segunda". Aun así, decidió ingresar en la UON para formarse como profesional: -(…) en la UBA no había ingeniería electromecánica. Había que ir a La Plata. Yo no tenía esa posibilidad ya que debía trabajar y estudiar. En las universidades tradicionales casi diría que eso era imposible-.
Relata Bernardo que el tránsito de la escuela industrial a la UON no fue un proceso abrupto. Según su interpretación: -La idea de la creación de nuestra universidad fue de dos viejos profesores del Otto Krause, el Ing. Klein y el Ing. Pezzano. Ellos pensaron una universidad para los egresados de las escuelas industriales de la Nación y la diseñaron como una escuela secundaria. No como la universidad que es la gran aula, donde el gran señor profesor da la clase magistral. Por eso no notamos un cambio tan tremendo-. Y agrega: -Teníamos clases diferentes a las universidades tradicionales, que eran clases magistrales. Se llamaba "sistema seminario" al sistema por el cual uno iba como alumno, se sentaba en un banco y el profesor dictaba la clase frente a un pizarrón-. Sin embargo, aclara con entusiasmo: -Ojo que los profesores eran de altísima calidad y de muy buen trato. No recuerdo todos los apellidos ahora pero eran de renombre. Por ejemplo el Ing. Falco y el Ing. García-.
 
En relación a los trámites de ingreso confirma que fueron sencillos: -Recuerdo que fui a la secretaría. Yo ya sabía que tenía que presentar un certificado de trabajo y mi libreta de sexto año como egresado de la escuela industrial. Con eso me inscribí. El ingreso fue fácil, simple-.
 
Bernardo cuenta que luego de trabajar cursaba casi todos los días, inclusive algunas veces los sábados: -Entraba al taller y a la oficina a las ocho de la mañana. A las cinco de la tarde me iba rajando a mi casa, tomaba una muy buena merienda y de ahí iba a Medrano. Pero en los dos últimos años, en vez de Medrano, cursamos en el Colegio Normal de señoritas, de Córdoba y Riobamba, que nos prestaban aulas a la noche-.
 
Las repercusiones políticas: el golpe de Estado de 1955 y el proceso de cambio de nombre a UTN
Recordando el impacto de los procesos políticos de la época, Bernardo relata: -Yo entré en marzo de 1955. La famosa Revolución Libertadora fue en septiembre de ese año. Cuando sucedió, un gran grupo de estudiantes, y eso lo vi con mis ojos, sacó al Decano a patadas y escupitajos a la calle. El Decano era un muy buen hombre, que no molestaba a nadie, pero lo sacaron a patadas-. Luego de este suceso señala: -No recuerdo quién tomó el mando de la universidad pero continuamos las clases con los mismos docentes-.
 
Y agrega: -Después del cincuenta y cinco, cada tanto había una Asamblea para tratar el tema del cambio de nombre (de UON a UTN), para explicar cómo iba el trámite en la Cámara de Diputados. El nombre se quería cambiar porque no había obreros, todos éramos técnicos-. (…) El Ing. Cartasso, que era profesor de ingeniería legal, iba al Congreso e influyó enormemente para lograr que saliera la ley de la Universidad. Él, junto con un tal Favaro que era mi compañero, y un muchacho de otro curso de apellido Aristegueta, fueron los grandes hacedores de la ley y eso se lo recuerda poco-. A su vez comenta que las Asambleas, realizadas en el Aula Magna de Medrano, contaban con una gran participación y eran presididas por alumnos que tenían formación política pero que no mezclaban su pertenencia partidaria con los encuentros.

Graduación y ejercicio profesional

Bernardo egresa con el título de Ingeniero en Construcciones Mecánicas en el año 1960, luego de cinco años de cursada (según aclara, al principio la carrera era de 5, luego pasa a ser de 6 años): -El último examen lo di el cinco de enero del sesenta. Rendí ingeniería legal. Era la que todos dejábamos para el final-. 
El diploma se lo entregaron en la Primera Colación de Grado, en julio del sesenta: -En la primera colación éramos: primera, segunda y tercera promoción. Yo estaba en la tercera. (…) Recuerdo que fuimos al Aula Magna con mi mujer, ya estaba todo lleno así que estuvimos parados atrás. Había una pequeña ceremonia, después cada uno iba y recibía su diploma que era entregado por las autoridades-.
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El título de grado -decía ingeniero en construcciones mecánicas entre paréntesis UTN-. Según reconstrucciones de la época esta aclaratoria tenía cierta connotación despectiva para diferenciar a la Universidad Tecnológica del resto del sistema universitario.
 
Una vez graduado como ingeniero, Bernardo cuenta que si bien el trato por parte de otros colegas era respetuoso, él sabía que algunos lo consideraban ingeniero de "segunda": -Estaba por encima esa miradita ¡Ah! Sos de la Universidad Tecnológica… Esa miradita por encima se notaba-. De hecho comenta: -Yo me inscribí en el Consejo Profesional de ingeniería mecánica y electricista pensando que eso me iba habilitar para todas las cosas. Después me entero que había un Colegio de Ingenieros aparte, que era exclusivamente para los egresados de Buenos Aires y La Plata-. Y ahí, no se pudo anotar nunca.
A pesar de los prejuicios, Bernardo defiende su formación y aclara que no sintió ninguna carencia en comparación con sus colegas de otras casas de estudio. Y con orgullo cuenta: -Un empleador me dijo que me tomó porque vio que yo tenía manos de trabajador. Yo no estaba con las manos en los bolsillos haciéndome el gran ingeniero, me metía y hacia cosas (…) Había toda clase de ingenieros. Estaban los que no sacaban las manos de los bolsillos a lo largo de todo el día, y había ingenieros como yo que si había un problema iban y veían qué pasaba, y metían la mano-.

A pesar de los prejuicios, Bernardo defiende su formación y aclara que no sintió ninguna carencia en comparación con sus colegas de otras casas de estudio. Y con orgullo cuenta: -Un empleador me dijo que me tomó porque vio que yo tenía manos de trabajador. Yo no estaba con las manos en los bolsillos haciéndome el gran ingeniero, me metía y hacia cosas (…) Había toda clase de ingenieros. Estaban los que no sacaban las manos de los bolsillos a lo largo de todo el día, y había ingenieros como yo que si había un problema iban y veían qué pasaba, y metían la mano-.

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Como cierre de la entrevista le preguntamos qué sentía en relación a la UTN, a lo que respondió: -Siento que me dieron la oportunidad de haber aprendido un montón de cosas que yo no conocía-

Entonces repreguntamos: - ¿Fue un poco más que aprender matemáticas como le decía su ex jefe?-. Y Bernardo expresó: -Si, si, lógico que sí. Aprendí un montón de cosas más. No era como me decían "con lo que usted sabe basta"...-.
Entrevista realizada el día 20 de noviembre de 2014 en la Ciudad de Mar del Plata por la Lic. Julieta Gret