Lic Francisco Galia de la UTN: Veterano de Guerra de Malvinas

¿Qué cargo ocupó en la Marina durante el conflicto? ¿Cómo fueron sus vivencias de aquel momento histórico?

Participé del conflicto siendo Teniente de Navío con el cargo de Jefe de Armas Submarinas y Oficial Control Antisubmarino con especialidad de Propagación del Sonido en el Mar y en Hidroacústica Submarina a bordo del Destructor ARA Seguí.
El Destructor Seguí era un antiguo buque cuyo estado de mantenimiento y antigüedad hacía suponer su pronta salida de servicio.
Luego del hundimiento del Crucero ARA General Belgrano, las posibilidades de supervivencia de nuestro antiguo destructor en caso de entrar en combate eran muy escasas. A pesar de esto surgía en mi memoria un párrafo de nuestro Credo del Oficial de Marina, que decía: …”actividad y celo incansable en la fatiga y finalmente al ideal de exponer su vida a cualquier riesgo en defensa y gloria de la Patria”…
Ante esta realidad, que me colmó de orgullo, a pesar de la tristeza que sobrellevaba por haberme despedido de mi esposa e hijos, fue que a la hora de la zarpada ninguno estuvo ausente, y todos los oficiales, suboficiales, marineros, conscriptos y hasta el civil que atendía el kiosko de abordo a pesar de no tener la obligaciones militares, estuvieron presentes en la cubierta en el momento de la zarpada.
En el momento que retiraban la planchada, volvió en mi mente esa frase tan significativa de nuestra formación, que dice: …”Jurais a la Patria seguir constantemente su bandera y defenderla hasta perder la vida”…
En mis funciones como Oficial Control Antisubmarino el equipo principal era el Sonar (destinado a detectar la presencia de submarinos), que por su degradación tenía un alcance de detección no mayor a 1500 metros mientras que se asignaba a los submarinos británicos la capacidad de lanzarnos sus torpedos desde aproximadamente 10.000 metros y detectar nuestros ruidosos mecanismos y hélices desde 50 kilometros.
Luego de muchos años de la guerra, por conocimiento de quién era mi Jefe de Armamento de abordo, me enteré que un submarino británico nos había tenido en su periscopio, que según mis apreciaciones de operaciones en el lugar, se trataba del Submarino Británico HMS Spartan (S105). El submarino ante esta situación pidió al alto mando autorización para torpedearnos, la que no fue concedida porque el buque se encontraba quieto, porque en esa circunstancia estábamos sin gobierno (problemas con el timón) y faltos de energía, dentro de las 12 millas jurisdiccionales argentinas.

¿Qué más quisiera resaltar de aquel acontecimiento?

Otro hecho que me impactó fue en la noche que se esperaba el ataque de los aviones británicos Vulcan, contra objetivos terrestres de nuestras costas (ciudades y objetivos económicos vitales). Muy distante desde el mar pude observar como los resplandores  de las luces de la ciudad de Bahía Blanca en el horizonte, se apagaban secuencialmente hasta quedar a oscuras, ante la inminencia de un ataque aéreo. Pensé  que en esa oscuridad se encontraban mi esposa con mis dos hijos pequeños.

Por suerte, por la gracia de Dios pudimos todos regresar, sanos y salvos, con la memoria permanente en los 649 camaradas que ofrendaron sus vidas. Pero debo expresar que me consta que todos a la hora de jugarse la vida por su patria nadie lo dudó, ni retrocedió, ni se hizo pasar por herido o enfermo. Todos asumimos el riesgo y a la hora de convivir con él, con o sin miedo, tuvimos presente.

Es por esta razón que los conciudadanos no deben asumir una posición de lástima o compasión por los hechos vividos de los veteranos de guerra, sino por el contrario debemos asumir el respeto, reconocimiento y valoración por el compromiso sagrado asumido por un hombre de armas, en donde le ha permitido reflejar el amor, la lealtad y fidelidad a la Patria.

Usted desarrolla una labor Académica en la UTN relacionada con el mar, con los Recursos Naturales, que está relacionados con la Soberanía del mar argentino. ¿Qué reflexión puede hacernos en esta fecha?

Hoy en la comunidad tecnológica de nuestra Universidad, tenemos el honor de compartir una cantidad aproximadamente de 52 veteranos de guerra entre graduados, docentes y no docentes. Son precisamente ellos con sus valores y principios éticos conjugados con el conocimiento que brinda nuestra Universidad, tendremos generaciones venideras que lo agradecerán y tendremos un mejor cada día.
Mi presencia en la Universidad me permite inculcar mis conocimientos de un escenario muy conocido y transitado, donde los recursos existentes son unas de las ventajas potenciales más importante de nuestro país, con una costa muy extensa y una de las plataformas oceánicas más grande del mundo. No todo representa una fuente de beneficios económicos y una gran vía para el tráfico marítimo, sino también un tesoro que debemos preservar, una frontera aún no descubierta por los argentinos. Desde nuestra Comunidad debemos asumirlo como un compromiso de desarrollo tecnológico y ámbito exclusivo de nuestra soberanía nacional.



El 6 de diciembre de 2018, en la reunión del Consejo Superior de la UTN se aprobó por unanimidad, el Proyecto de Resolución 2280/2018 que declara al 22 de agosto el “Día del Veterano de Guerra de Malvinas de la UTN” para reconocer a los miembros de la Comunidad tecnológica que participaron en la Guerra de Malvinas en el ámbito de la Universidad.